lunes, 6 de abril de 2009

Tenía que pasarse

No puedo creerlo, ya me siento de jueves otra vez

Estoy desbordada de un solo color, y mis palabras se estiran, toman velocidad, corren hasta la esquina y vuelven saltando como idiotas pero tiernas a la vez,

Esta indecisión gustativa está eléctrica como el agua que se dispara a chorros cuando pega con una cuchara,
Ya no puedo prohibirte bajo ningún aspecto que sueñes con esa vez que prometí acariciarte y comerte con los párpados.

Si tan solo me bastaran los dedos para enumerar las veces que jugamos carreras de mente, conciencia y velocidad, y vos me ganabas claro, tenés las piernas mucho más largas, y no me valía, pero no me dejabas ni discutir esa injusticia.

Vos, que pensabas que cada vez que me tirabas un beso yo lloraba dentro mío a mansalva,
ni te imaginabas que en ese momento me reía por dentro imaginándote sin ropa, y ahí nomás el escalofrío desagradable y unas terribles ganas de dormir sola, muy sola.