domingo, 4 de octubre de 2009

RI-SUEÑA

Qué risueña sos cuando con la mano te tapás la boca,
perpleja, con tus uñas rojas.
(Y pensar que jamás te vi con las uñas así) siempre tan torpe y tosca, con tu pulso imposible.
Tu pulso imposible. Imposible


Esos párpados que alguna vez fueron mariposas en mí,
siempre con pestañas claras y finitas,
me llevan de visita entre sábanas que no pican, y toallones suaves.

Muñequita tan chiquita y frágil, no me busques más entre los sacos,
no te me vueles con cualquier viento.
Siempre vólatil.

Sé muy bien que acudirte no puedo, y perdoname el lugar que elegí para vos.
Era lo más lejos de mi almohada. Lo más lejos de la puerta.
Vos te imaginabas que si un día nos peinábamos distintos, tu lugar estaba asignado.
No hay siquiera necesidad que me espíes..

El paseo diario está prometido, (no me olvido de mí, no te olvido de mí)
al menos cuando te llevo puesta en mis rodillas, aunque a veces te resbales y caigas en mis tobillos.
Yo te dejo deambular. Porque vaya uno a saber cuánto podés llegar a tardar, divagando en el asfalto, husmeando entre zapatos y paraguas.

5 comentarios:

Fernando dijo...

:) que lindo retorno...!

Laika, la perra del espacio! y a no olvidarse de los monos espaciales!

Saludos cósmicos!

Anónimo dijo...

que lindo que era cuando... te acordás esos tiempos que... mmmmmmmmmmm!!!!!!!
se la extraña persona...

Anónimo dijo...

cuánta intriga

cómo que me extrañás?
pensé que no!

Anónimo dijo...

oiga persona, esta charla parece de locos! agregueme al msn! -si se le canta, claro-

Anónimo dijo...

venga
yo lo busco y charlamos