martes, 28 de febrero de 2012
Dinámico
miércoles, 25 de enero de 2012
Los climas
No te das una idea lo que llovió acá adentro de casa.
¿Qué no podés caminar del calor que está haciendo?
No te puedo explicar la humedad que hay acá adentro.
No puedo ni peinarme. Cualquier intento resulta inútil.
El aire pesa como yunques, me hacen pseudoagonizar en un bar.
No, no sé el frío que hace allá cuando anochece.
Sé del frío que hay en las paredes,
martes, 13 de diciembre de 2011
Seis segundos
viernes, 25 de noviembre de 2011
No soy creativa (1-2-3 / 1-2-3 / 1-2-3)
No pienso en cosas nuevas. Ni en lugares nuevos. Ni en colores que no existen.
¿Quién te dijo que podía recitarte los versos más lindos, improvisados en velocidad que oscila entre saliva y veinticuatro cuadros por segundo?
¡Están locos!, ¿Qué digo?, ¡Dementes!
No tengo artista entre mis dedos,
Ni muchos menos en mis pupilas.
Te engañaron.
¡Malditos embusteros!
No hay creatividad alguna en toda esta materia gris, en este cine encefálico,
martes, 15 de noviembre de 2011
¡No me hagas pedírtelo dos veces!
Tocame la cara
martes, 6 de septiembre de 2011
Flora y fauna marítima intestinal
Agua verde,
Morrones recién triturados,
martes, 5 de julio de 2011
Líneas
lunes, 16 de mayo de 2011
Herméticos
viernes, 6 de mayo de 2011
Larga la vista
miércoles, 2 de marzo de 2011
Plató enamorado
Imposible que no pase.
El cine: quéhacerconmividadeahoraenmásqueesefilmespartedemicráneo, quierotodoeso y unequipogigante.
Me pareció sutíl la velocidad.
Me propuso el milagro de volver a enamorarme de lo analógico
Esa miopía adolescente,
Qué bueno no tener 16.
lunes, 21 de febrero de 2011
Residente
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Mordillo ABCDEFGHIJKL
domingo, 22 de agosto de 2010
HARINA
Estás para apretujarte toda, que te vuelvas comestible y sabrosa.
- Ay, por favor, no me digas así...te me quedás entre las manos y sos suave e incómodo a la vez, si te acercás, estornudo.
- ¿Qué pasa si te apreto el pecho izquierdo?
- Me dolería.
- Y pero...¿No se haría chiquito como la miga estrolada contra mis torpes dedos?
- Más todavía, no creo. Pero a ver, decime: ¿Qué pasa si te dejo apretarme, me duele, y entonces se me da por pensar, que hoy sos ese pan fresco del día anterior?
- ...
miércoles, 28 de julio de 2010
Quedamos
Teníamos mucho calor, del insoportable.
Sin embargo, yo me vestí con muchas capas de ropa, así al menos tardaba un poco más antes de irme a dormir. Vos sabés que se me vuelve difícil esto de acostarme y navegar entre el algodón de la almohada, tragando agua cada vez que encuentro el blanco de tu ojo.
Ya ni me acuerdo qué día era, en el que me preguntabas por cada prenda que vestía.
Que por qué el color de mis medias, que dónde había comprado mis cordones nuevos, que desde cuándo me gustaban las remeras cortas, etc etc.
Y yo, en lugar de contestarte, por cada pregunta que hacías, me cortaba un mechoncito de pelo. Lo levantaba con mis dedos frente a mis ojos y lo medía comparándolo con tus manos, inquietas por tanta curiosidad.
sábado, 12 de junio de 2010
Plano
Que yo sepa, no acordé nada con vos. Porque ahora no me queda otra que imaginarme tu casa; ser arquitecta de tu memoria, desmecharte todo el pelo, navegar en el empapelado de tu living.
Todo eso, mientras escucho a los peces ladrar.
viernes, 28 de mayo de 2010
F
lunes, 3 de mayo de 2010
¡Carraspeá querida!
¿Qué clase de preguntas son esas?
Si total qué te importa cuán crujiente es mi mandíbula, cuántas veces me acerqué al piso a escuchar la vibración de tus pasos graves, y lo muy enferma de tos que me pone tu pelo dócil.
Pasear en auto con vos, es igual a un San Valentín a solas,
una caída de sistema a punto de pagar la factura.
Ahora bien, ya que no te metaforeás conmigo, al decirte que una plumita me hipnotiza y vos respondiéndome que parece un hilo de flema,
¿Qué mejor que pedirte me exprimas unos limones inmaduros, de verano finalizado?
sábado, 27 de marzo de 2010
Ahora tengo
El plano es muy fácil de resolver:
Coordenadas X; Y.
Vos sos "X", muy horizontal. Yo soy "Y", vertical, a veces parábola.
(X;Y)
Yo estoy en el 7 y vos en el 5.
Me uno con el 2, y vos conmigo. Con el 7.
Somos impares, vos sos un cinco. ¿Te das cuenta? ¿Por qué tenías que ser un cinco?. ¿No entendés que si sumás conmigo, resultamos en un "12"? Yo quiero ser más que un doce, más que un año.
Quiero que sumemos por estaciones, de 3 en 3. De verano a otoño, y así. Aunque a otoño ni llegamos.
Tanto que pensaba bailarte como una hoja que cae de un árbol... para después convertirme en ese crujido placentero, cuando me pises sin querer y me rompas de casualidad.
El lino te queda tan bien. El amarillo no. Parecés un pato amargado, salido de mi vista.
sábado, 20 de febrero de 2010
Moderno - Capítulo II
Yo te quiero decir algo: no pensé que iba a encontrarte como gerente ni nada por el estilo, de ese hotel.
Fui con la idea que vos no tenías nada que ver, que simplemente no sabías que había un hotel que se llamaba como vos. Porque no creo que si lo sabías, me lo hubieses ocultado; sabías que no me iba reír.
La habitación que me dieron era medio incómoda, te dije. Más allá que los muebles olían dulce, la cama… la cama no solo tenía el tamaño de una cámara de fotos, si no que se comportaba como tal:
Me quise tirar de espaldas a la cama, confiada que era tan confortable como parecía, cuando en la caída me golpeé la cabeza contra el respaldo. No sabés como sonó.
Se me desacomodaron todas las ideas que tenía, hasta te nombré con las letras al revés, pensé que estabas al lado mío y todo.
Perdoname que te cuente esto, yo se como te pone saber sobre golpes en la cabeza.
A vos no te gustaba que nos pase eso, si hasta te daban ganas de llorar cuando yo te contaba de alguien que se golpeó la cabeza contra el respaldo de su cama. No se aún porque, pero siempre me enteraba, al menos una vez en la semana, de alguien que le sucedía. Y al instante, me daban ganas de llamarte y contarte que alguien se había golpeado la cabeza, y hablarte con acento colombiano, para evitar que te angustie la noticia y hacerte reír un poco.
Cuando me golpeé la cabeza en la cama de este hotel, de repente vi todo blanco, fue como un flash de una cámara analógica (así, uno, y fuerte…nada de doble flash para evitar ojos rojos.).
Una vez que me pude levantar, y me acosté despacito, como si cuidase mi ciática, agarré mi libro (lo único que había llevado de equipaje).
Te leí varias veces, faltaba poco para que te aprenda de memoria.viernes, 12 de febrero de 2010
Moderno - Capítulo I
Me quedé sorprendida, pero después de reírme un rato (¿Y cómo no? no es tan común que te llames igual que un hotel), me animé a entrar. Me imprimí la dirección y esperé a que sea sábado a la mañana para viajar hasta ahí y hospedarme en ese hotel que se llama como vos.
No vas a creer lo que me pasó.
Cuando entro al hotel, un botones (que de hecho los botones de su saco, increíblemente eran del mismo color que tus ojos), agarra mi equipaje y me mira extrañado. Porque mi valija estaba más que liviana.
Y claro. No llevé nada. Si lo único que pensaba hacer, es en la hora en que no hay nadie y la gente sale a pasear, entrar por la ventana de cada habitación y robarme las sábanas de las camas, todas que digan tu nombre. Bueno, no, el nombre del hotel. Para así después doblarlas bien prolijas y guardarlas en mi valija.
Una vez ya en la habitación, siento un olor raro. Era dulce, ya demasiado.
Llegué a pensar que tal vez ese aroma tan exagerado, se debía a que los muebles eran de caramelo, o de chocolate. Si era así, sentía que sarcásticamente iba a ganar esta competencia de acusaciones a mi infantilidad constante.
Después de pensarlo un rato, como total nadie me veía, me acerqué a un escritorio y chupé la madera con asco.
No tenía gusto a golosinas. Tenía mucho gusto a tus brazos.
Me decepcioné de tal forma, que me acerqué a la ventana, y repudié tu nombre hasta quedarme afónica.
La gente de la habitación de al lado, me miraba extrañada.
Estaba gritando el nombre del hotel. No. Era tu nombre.